QUIEN SOY
PRINCIPIO #1
Podemos habitar nuestro cuerpo en bienestar y como vehículo profundo de una existencia significativa.
PRINCIPIO #2
El movimiento del cuerpo puede ser salutogénico.
Además, es necesario construir un espacio interno de silencio y autoobservación.
PRINCIPIO #3
Podemos ordenar el pensamiento y las emociones moviendo el cuerpo con amor, entendimiento y firmeza.
SOY PABLO QUIROGA.
Papá, Arquitecto (de cuerpos también), e investigador corporal.
Desde hace más de 20 años he estudiado y practicado Yoga, Artes Marciales y varias disciplinas de movimiento.
He sintetizado todo esto en mi metodología de movimiento para resolver dolores de espalda. Se trata de trabajar el cuerpo, pero también de encontrar un estado interno donde podamos ir profundo, sentirnos bien y estar en paz.
Estoy convencido de que vivir sin dolor es una práctica, te presento una oportunidad para evolucionar la relación que tienes con tu cuerpo


MI HISTORIA
De pequeño siempre fui deportista, me encantaba hacer ejercicio y pude explorar la naturaleza creciendo en Valle de Bravo. Jugué tenis, hice ciclismo de ruta y montaña, practiqué vela e hice triatlones. Luego encontré dos disciplinas que tenían lo que andaba buscando: el trabajo detallado del cuerpo, el desarrollo de la mente y el contacto con el espíritu. Estas fueron el Yoga y el Karate Do estilo Shotokan. Llevé mi formación en ambas y pude ir compartiendo mi conocimiento progresivamente.
He pasado los últimos 20 años aprendiendo, investigando y compartiendo disciplinas como el Yoga y el Karate Do.
Siendo Arquitecto me fascinan las estructuras y no hay ninguna más apasionante que la que llevamos puesta: nuestro propio cuerpo humano.
Me interesa la anatomía y la biomecánica y estoy convencido de que podemos movernos para sentirnos bien.
Algo que he refinado en mi enseñanza es la preparación del espacio interno y personal desde donde movernos. A mi entender debe ser una actitud interna, una disposición de ánimo que permita que el movimiento sea profundo y no se quede solo en el cuerpo, sino que impacte positivamente nuestro sistema nervioso y hasta la forma en la que pensamos y existimos en el mundo.
Estoy contento de compartir mi viaje contigo. Gracias por estar.
